El financiamiento de emergencia del COVID-19 ayudó a controlar la pandemia, pero no abordó las debilidades estructurales en el sistema de salud pública de la nación
WASHINGTON, 14 de junio de 2023 /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ — Décadas de financiación insuficiente han dejado al sistema de salud pública del país mal equipado para proteger la salud de los estadounidenses, según un nuevo informe, El impacto de la financiación insuficiente crónica en el sistema de salud pública de Estados Unidos: Tendencias, Riesgos y recomendaciones 2023, publicado hoy por Trust for America’s Health.
La financiación insuficiente de los programas de salud pública ha sido un problema de larga data. La crisis del COVID-19 demostró las debilidades en la infraestructura de salud pública de la nación, incluidos los sistemas de datos anticuados, la capacidad insuficiente de los laboratorios de salud pública, una fuerza laboral de salud pública con recursos insuficientes y la necesidad de mejorar las comunicaciones de salud pública. Estas capacidades fundacionales de salud pública requieren una financiación mayor, flexible y sostenida.
Si bien el financiamiento de emergencia para la respuesta a la pandemia fue fundamental para abordar la crisis, representó un financiamiento único y, a menudo, se limitó a gastos específicos del COVID-19, es decir, no se pudo gastar en necesidades de infraestructura subyacentes. Además, en la mayoría de los casos, esta financiación ha finalizado o se rescindió en el reciente acuerdo de límite de deuda. Por lo tanto, la nación corre el riesgo de volver a un patrón de auge y caída de aumentos esporádicos de fondos para la salud pública durante emergencias, seguido de fondos insuficientes en períodos que no son de emergencia.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, la principal fuente de financiación de la salud pública para los departamentos de salud estatales, locales, tribales y territoriales, dependen del proceso anual de asignaciones federales. Durante la última década (año fiscal 2014 – 2023), el presupuesto de los CDC aumentó solo un 6 % después de ajustarse a la inflación, lo que generó una financiación insuficiente en áreas clave del programa, como la preparación para emergencias y la prevención de enfermedades crónicas.
Dos programas de los CDC enfocados en la preparación y respuesta de salud pública, el Programa de Preparación para Emergencias de Salud Pública (PHEP) y el Programa de Preparación y Recuperación de Atención Médica, han experimentado importantes recortes presupuestarios en las últimas dos décadas. Después de ajustar por inflación, la financiación de PHEP se ha reducido a la mitad desde el 2003, y el presupuesto para el Programa de Preparación y Recuperación de Atención Médica se ha reducido en casi dos tercios durante el mismo período.
Además de los riesgos asociados a las emergencias sanitarias, el país enfrenta un número creciente de personas que viven con enfermedades crónicas y los costos de salud asociados. Hoy en día, aproximadamente el 60 % de la población adulta de los Estados Unidos tiene al menos una enfermedad crónica, como obesidad, diabetes o enfermedades cardíacas. El tratamiento de estas enfermedades crónicas, junto con las afecciones de salud mental, representa la gran mayoría del gasto en atención médica de los Estados Unidos. Si bien los programas de salud pública basados en evidencia que ayudan a prevenir enfermedades crónicas están haciendo un trabajo importante, la financiación insuficiente ha limitado su accesibilidad e impacto en muchas comunidades.
“Debemos abordar el grave desajuste entre las necesidades de salud pública de la nación y su inversión en salud pública”, dijo J. Nadine Gracia, M.D. MSCE, Presidenta y Directora Ejecutiva de Trust for America’s Health. “La inversión en salud pública dirige el gasto hacia programas de seguridad y prevención en salud. Dicho gasto no solo nos prepararía mejor para futuras emergencias de salud pública, sino que también ayudaría a abordar las causas profundas de la mala salud y las disparidades en la salud”.
TFAH solicita una financiación anual para CDC de al menos $ 11,581 mil millones en el año fiscal 2024, el nivel solicitado en el presupuesto del presidente para el año fiscal 24 (la financiación de CDC para el año fiscal 2023 es de $ 9,2 mil millones).
Otras recomendaciones de política dentro del informe incluyen:
- Aumentar y mantener el financiamiento relativo a enfermedades para fortalecer la infraestructura de salud pública. Los expertos en salud pública calculan un déficit anual de $4500 millones en fondos necesarios para que los departamentos de salud estatales y locales brinden servicios integrales de salud pública en sus comunidades.
- Fortalecer la preparación para emergencias de salud pública, incluso dentro del sistema de salud. Las inversiones deben incluir la restauración de los fondos para el Acuerdo de Cooperación de Preparación para Emergencias de Salud Pública, el Programa de Preparación y Recuperación de Atención Médica y programas diseñados para respaldar la infraestructura de vacunas, así como para prevenir, detectar y contener infecciones resistentes a los antimicrobianos.
- Modernizar el sistema de datos de salud pública para garantizar el intercambio de datos completos y en tiempo real durante las emergencias de salud pública. Los expertos en salud pública estiman que se necesitan al menos $7840 millones en los próximos cinco años para que la Iniciativa de Modernización de Datos de los CDC fortalezca la recopilación y el informe de datos de salud pública a nivel estatal y local. El Congreso también debe proporcionar financiamiento sostenido para el nuevo Centro de pronóstico y análisis de brotes de los CDC.
- Reforzar el reclutamiento y la retención de la fuerza laboral de salud pública. En el 2021, se estimó que los departamentos de salud pública estatales y locales necesitaban contratar 80 000 empleados adicionales para poder brindar un conjunto mínimo de servicios de salud pública. La naturaleza de una sola vez de la financiación de emergencia a corto plazo significa que los departamentos de salud están, o pronto estarán, gravemente faltos de personal nuevamente.
- Invertir en programas para prepararse y mitigar los impactos del cambio climático.
- Abordar las disparidades de salud y las causas profundas de las enfermedades tomando en cuanta los determinantes sociales de la salud e invirtiendo en la prevención de enfermedades crónicas.
Encuentre el informe completo en: www.tfah.org
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